CARTA DE DESPEDIDA DE NICO SEOANE


Hoy se produce un hasta luego dentro del club, a partir de la próxima temporada nuestro entrenador Nico Seoane dejara de estar en el banquillo dirigiendo a su equipo ese equipo que tantas alegrías nos ha dado durante los cinco años que el a estado con nosotros, desde el club queremos agradecerle la dedicación, entrega y trabajo que ha dedicado desde el primer día que aterrizo con nosotros, y darle las gracias por estos cinco años con nosotros.Desearle toda la suerte del mundo en los nuevos proyectos y como dije al principio un hasta luego, esta es y será siempre tu casa.

Gracias Nico por estos cinco años.

Carta de Nico Seoane
5 Años hace ya desde que el bueno de Juan Orduna me llamara un día y me planteara la posibilidad de llevar el equipo Sénior del FutbolsalaRipollet en 2ªB (por entonces aún la denominada Nacional “A”), para alguien como yo, recién salido del Curso de Entrenadores que la RFEF y la FCF organizaban en el Centro del Alto Rendimiento deportivo de Sant Cugat, con 34 añitos, sin haber llevado ningún equipo sénior hasta la fecha, se presentaba, si más no, como un reto a priori de mucha responsabilidad. Había participado en mi época de jugador en muchos equipos, pero Ripollet dejó una huella imborrable en mi carrera deportiva y en mi vida personal, por lo que empezar mi andadura como entrenador en una entidad que me había dado tantas alegrías y muy pocas desilusiones, valía la pena intentarlo. La verdad es que agradezco muchísimo la apuesta de Juan en ese sentido, seguro que no fue una fácil decisión tampoco para él como miembro de una nueva Junta Directiva del Club que parecía intentar re-escribir su historia.

Fue entonces, un mes de Junio como ahora casi, cuando empezó un proyecto en el que se intentaba cambiar muchas cosas, donde éramos pocos pero teníamos muchas ganas. El gran entrenador de Fútbol Americano, Vince Lombardi dijo “Los logros de una organización son el resultado del esfuerzo combinado de cada individuo” y de eso saben y se aprende mucho en el FutbolsalaRipollet, donde por desgracia, no tenemos demasiados apoyos, pero del que hemos hecho nuestro Lead Motive, dar lo mejor que llevamos dentro.

Pues sí, el reto empezaba cuesta arriba, el entrenador más joven de la categoría, sin experiencia en equipos de esta entidad, equipo nuevo, no con mucha experiencia, con una restructuración de la categoría de Bronce a las puertas, sin recursos económicos y con la dificultad de no poder fichar a jugadores, porque simplemente, no les apetecía jugar en Ripollet, sus motivos tendrían.

Todo empezó con un lema, pocos pero bien avenidos, no nos queda otra, trabajar e intentar ser mejor que el rival, con respeto y orgullo por llevar los colores del Club.

Muchas horas de entreno, mucho trabajo físico, mucha carga táctica, muchos cambios, pero nos pusimos a caminar.

Fue un año de contrastes, el equipo iba mejorando poco a poco, pero nos iba a faltar tiempo, demasiados cambios para una primera temporada,…el objetivo no era mantener la categoría si no cambiar la dinámica del Club, trabajar por crear una identidad de compromiso y superación deportiva. Ese año 2010 a la RFEF no se le ocurrió otra cosa que reestructurar la Nacional A, pasándose a llamar 2ª División B, como en el Fútbol y, pasando de tener 9 Grupos regionales, a sólo 6, con la consiguiente reducción de efectivos, por lo que de los 16 equipos que conformaban el Grupo 6 pasaron a quedarse sólo 8, que con otros 8 equipos de otros grupos, conformaría en el nuevo Grupo 3. Mi primer periplo por la categoría se traducía en un descenso al terminar 9º, tan sólo un puesto por debajo del corte, una somera decepción, pero no desilusión, puesto que el 9º era el mejor resultado en los últimos 6 años y eso nos dio fuerzas a todos por continuar en la línea de trabajo marcada, seguir esforzándonos y pelear por ganarnos una vez más el derecho de estar en una categoría Nacional.

Y así pasaron 2 largas temporadas en la recién creada 3ª División Nacional, donde para recuperar la categoría perdida, sólo valía quedar campeón, el segundo era el primero de los perdedores y si quedabas más abajo no sabían ni que existías. Pero llegó el 3er año, más ilusión, más ganas y un equipo algo más maduro, ordenado y sabiendo lo que quería y, lo más importante, cuál era el camino para conseguirlo: trabajo, humildad y pasión por lo que se hace… pero qué sabio el bueno de Vince.

Los resultados nos acompañaron y conseguimos quedar primeros, sólo aquel que alcanza la gloria logra conocer qué sabor tiene, “es algo muy grande” como diría Fran. Y de eso se tiene que aprender a disfrutar, y siempre, siempre siempre, cuando se gana algo, hay que disfrutarlo, porque uno nunca sabe cuándo volverá a vivir algo semejante. Sin duda, a mí me ha tocado vivirlo en el mejor lugar, con el mejor equipo de personas y jugadores.

Volvimos a la ansiada categoría reina de los “no profesionales”, nueva aventura, nuevos objetivos, nuevos retos; eso es lo bueno del deporte colectivo, cada campaña es un proyecto nuevo. Esta temporada 2014-2015 ha sido muy enriquecedora, en seguida que empiezas te das cuenta que el nivel a cambiado, y nosotros en la primera jornada nos dimos de frente con la realidad, aunque a la postre fuera una fiel reflejo de la temporada, perdimos sí, 7-1 a domicilio, con el que finalmente ha sido el campeón con todo merecimiento, la Escola Pía de Sabadell.

Por segundo año consecutivo cumplimos objetivo, la pasada campaña quedar campeones y subir de categoría, ésta finalizar entre los 5 mejores equipos, luchar por meternos en la Copa del Rey y lo mejor de todo, pelear hasta el final, hasta el último minuto del último partido, eso es muy bonito y se le llama “competir”. Finalmente nos volvimos a sentir orgullosos del trabajo realizado, uno de los premios más importantes, otro fue acabar como el equipo más goleador de los 16, premio menor pero que merece la pena remarcarlo.

En este último partido de liga se dieron varias coincidencias, jugamos en Manresa, curiosamente la pista donde dirigí por primera vez al Ripollet durante un triangular allá por Septiembre 2010, se convirtió también en la última. Otra curiosa coincidencia que quiero remarcar, es que el equipo que nos abocó al descenso el mi primer año en Ripollet, un fatídico e injusto último partido en Premià de Mar, esta temporada 2015 eran ellos los que bajaban de categoría, y es que de todo se aprende.

En este hasta luego, no me quiero olvidar de gente que ha pasado estos 5 años con nosotros y que siempre seguirán con nosotros, empezando por Manolo, enorme delegado y mejor persona, lo dio y seguro que sigue dándolo todo allá donde esté en el cielo; Paco Sánchez que siempre nos cuidó con sus “temas”; Jose que siempre nos ha seguido estos 3 últimos años para el cuál no había día libre sin pensar en nosotros y pasarse a vernos con su mujer o sólo; Alberto y sus chavales ayudando en lo pudiese; qué decir de nuestro otro Paco con el que aprendimos que las cosas pueden ser diferentes; el grande de Koki que sentó las bases de lo que se debe llamar un “equipo”…y qué decir de todos aquellos que han sentado un antes y un después en el equipo como fueron, Rubén, Ávila, Samu, Juanele, Guerra, Yeyo, Busta, Bayón y tantos otros de los que hemos aprendido algo, que han hecho lo que hoy en día es el Ripollet, un equipo respetado y en muchos aspectos envidiado. El principal motivo de envidia de este Club, desde luego es la gran afición de Ripollet, no conozco otro campo en Catalunya y desde luego seguro que seguramente en España…y os puedo asegurar que he estado en muchos, donde el pabellón se llene casi todos los partidos, y este es un elemento recíproco pero del que hemos de estar muy orgullosos y agradecidos, la gente viene a ver al Ripollet porque se lo pasan bien y disfrutan con el juego del equipo, el equipo juega bien y se motiva en cada partido porque la gente viene a verlo.

Mención aparte a la gestión del Club, el esfuerzo y sacrificio que hacen unos muy pocos para tirar adelante la administración, organización y coordinación deportiva, sólo lo saben aquellos que lo sufren. El nombrado anteriormente Juan Orduna, Jordi, Sergio y alguno más anteriormente, gestionan de manera ejemplar como buenamente pueden. Sin lugar a dudas, la figura de “NANDO” creo que hay que remarcarla con mayúsculas, sin él el reconocimiento actual del Club no existiría, y desde luego la entidad no sería lo que hoy es, creo que es un ejemplo para cualquier otro que quiera participar en la mejora de esta organización pero del que des luego yo, estoy personalmente orgulloso.

Henry Ford dijo “Llegar juntos es el principio, Mantenerse juntos es el progreso, Trabajar juntos asegura el éxito”. Aliento a los actuales y los futuros dirigentes del Club a seguir esa línea. Nada se consigue sólo, dirigentes, técnicos, jugadores y afición, los entrenadores sólo intentamos ayudar a guiar el talento hacia los objetivos marcados, con trabajo y unión, a veces se consigue.

Dejo el Club en un muy buen momento, creo que hay un gran equipo, una base que crece y mejora en cada añada, un grupo humano cada vez más especializado y creo que siguen habiendo ganas de hacer cosas grandes. Ha sido una decisión muy difícil para mí, pero creo que es momento de alejarme un poco, coger aire y quién sabe si un día volver con más ganas si cabe. De momento dedicarme a otras tareas, con otro grupo y seguir aprendiendo, siempre aprendiendo de los demás, el día que deje de hacerlo, dejaré de ser persona.

Desde luego, no me olvidaré de Ripollet, lo seguiré allá donde vaya y me veréis por el pabellón disfrutando de los peques y de los mayores.

Es sólo, un hasta pronto.

Orgulloso de ser del Ripo!

Nico Seoane